domingo, 19 de mayo de 2013

Mis amigas, los libros y yo.


Por qué a una persona le guste leer, no significa que no tenga vida social, y yo soy la prueba viviente de ello, porque soy una de las más "populares" de mi aula (y gran parte del colegio), y sin embargo amo leer. 

Les quiero contar algo que me pasa muy seguidamente: El leer en el recreo o la salida del colegio, y que mis amigas me pregunten: ¿Quieres estar sola, estás leyendo o estas controlando tus sentimientos?

La amistad que yo tengo con mis mejores amigas es algo... sublime. Nunca pensé que podía lograr una amistad mejor que las de las películas, donde nunca haya una discusión por que no encontremos ninguna razón para discutir.

Les voy a contar una anécdota sobre mis días de escuela:

La anécdota: "Leyendo en clases":

Realmente tengo una profesora, sorprendente, inigualable, única, y completamente incomprensible:

Estoy en el aula, todos están corriendo, jugando, tirando papeles y hablando innecesariamente alto, mis amigas están hablando entre sí y yo estoy sentada al fondo del aula como siempre, una que otra vez van a hablarme de algo o sobre algo, y yo no presto mucha atención por que comenzó la clase hace 15 minutos y la profesora está sentada leyendo el periódico y aguantando el comportamiento de los estudiantes sin decir nada a cambio. Yo, ya cansada de esperar a que comience la clase, abro la novela que está en mi mochila y retomo la lectura por donde la dejé, comienzo a leer, a entretenerme y olvidarme de el exterior. Todo estaba muy bien, cuando de repente.

— Ángela — Dice la profesora de Lengua Española y Literatura poniéndose de pie —. No es hora de estar leyendo, cierre ese libro.
— Profesora, todos, y cuando digo todos es TODOS los estudiantes están hablando, y yo, que muestro un interés por leer, soy a la que usted regaña. — Digo con un rostro de confusión —.
— No me discuta, que yo soy la que sé. — Dijo con mucha arrogancia.

Me quede completamente callada al presenciar ese comportamiento con un rostro de sorpresa y confusión y me quede pensando "¿Seguro que es una profesora de literatura?, ¡NO TIENE SENTIDO!".

Al salir del aula a última hora, salí con el libro y me puse a leer, me fueron a interrumpir varias veces, pero continué leyendo sin darle importancia, porque es mejor guardar silencio a vociferar mis molestias sobre lo acontecido, mis amigas que casi siempre se encuentran conmigo, se pararon delante de mí y me hicieron una pregunta sencilla que nunca voy a olvidar "¿Quieres estar sola, estás leyendo o estas controlando tus sentimientos?" al escuchar eso, cerré el libro e incluso se me perdió la página por donde iba, y comencé a hablar con ellas y desahogarme.
Me encanta cada vez que me hacen esa pregunta, porque siento que me comprenden más de lo que yo me comprendo a mí misma.

Gracias por leer, espero que me hayan comprendido.



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"La lectura es lo mismo para la mente, que el ejercicio para el cuerpo"