sábado, 19 de julio de 2014

Estoy escribiendo un.. uh, ¿libro?

Bueno, no se los había contado pero me gustaría entrar a practicar natación, pero para eso necesito el apoyo de mis padres, tanto económico como emocional, así que les informé a mis padres y mi mamá estuvo automáticamente de acuerdo; pero mi papá... uhm, no.
Así que luego de una semana de intentar convencerlo acerca de permitirme prácticar la natación mi padre decidió manipularme un poco, me colocó un reto frente a mis narices como un método de "llegar a un acuerdo". Mi padre ha creado ahora su propia editorial donde él por el momento es el único escritor que la abastece, y a él realmente le gustan los libros y escribir, así que, ayer en el momento de ruego el aplicó un reto que el creía que yo no iba a tomar:
- Paaa,
- ¿Qué?
- Tu sabes... quiero entrar en natación mañana.
- No, nosotros no vamos a invertir en algo así... (bla bla bla, la natación es algo superfluo y vano que no te ayudará en nada, bla bla bla)
- Pero, paa, la natación es un deporte que pondrá en forma mi cuerpo... (bla bla bla, a mi me encanta la natación y necesito usar mi energía en algún deporte y no me gustan los deportes, bla bla bla)
Hasta que en un momento luego de como media hora de porfiar (como diría mi padre) a él se le ocurre una idea y la expresa con la emoción de "sé que no lo harás":
- Está bien, podrás practicar natación si completas un libro de por lo menos cien páginas en menos de 7 días.
Y antes de irme, simplemente le dije un seco "ok".
Ahora, queridos lectores. Estoy oficialmente escribiendo un "libro", si es que se le puede llamar así.
No quería continuar con ningunas de las historias que tengo en pausa porque esas historias son como mis niñas, y les quiero dar un final digno, no un final bajo presión. Así que luego de rondar por mi mente unos 15 minutos, se me ocurrió una idea un poco tonta, pero algo buena sobre gatos (no amo los gatos).
No tengo el título, porque siempre se me han dado muy mal los títulos, pero lo que sí tengo es la sinopsis:

Cat es una cuidadora de gatos que muy probablemente se quede soltera para toda su vida y los gatos que cuida terminen siendo suyos. Con una inocencia digna de una niña del siglo XVII, una curiosidad intensa y paciencia muy limitada desea salir ella misma del caparazón que se ha auto-impuesto. Su pasado le ha dado a demostrar que saber mucho es peligroso y de distintas maneras le ha hecho pensar que “la curiosidad mató al gato”.
Pero…
¿Qué tan libre puede llegar a ser? ¿Qué tanto puede llegar a descubrir sobre el mundo? ¿Cuánto se ha perdido en sus 25 años de “tranquilidad”? ¿El miedo a la aventura la detendrá o la hará volar más alto?

Un artículo dejado en su furgoneta por una amistosa mujer le ha puesto a pensar demasiado diciendole que la vida se puede acabar en cualquier momento, pero es mejor saltar al vacío que esperar a que te coman los cocodrilos, o eso decía el artículo.
 Si quieren ayudarme con el título, en serio se los agradecería bastante, por ahora llevo 16 horas (12 durmiendo) y tengo unas 5 páginas, ¿creen que lo podré lograr?
Uhm, bueno chicos, hasta la próxima, besos.

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"La lectura es lo mismo para la mente, que el ejercicio para el cuerpo"